A la Paz de Dios.
No descubrimos nada nuevo al afirmar que
el destino es muy injusto demasiadas veces. Que se van los mejores no es ningún
secreto. Esto es lo que va a acontecer el próximo sábado 15 de junio, o sea,
pasado mañana.
Cierra Binomio. Con un “hasta pronto” ha
tenido la delicadeza de despedirse Juanlu Fernández, propietario y alma de un
trabajo concienzudo, sudado y estudiado al máximo. Aún lo recuerdo cortando
jamón hace al menos ocho o diez años en otro local de la Buhaira.
Dedicación absoluta, conocimiento de los
productos ofertados, amabilidad, saber estar, capacidad comercial y un sinfín
más de virtudes no han sido suficientes. Esta claro que algún defecto ha debido
de tener Binomio para que se nos vaya tan pronto. Y creo que ese defecto ha
sido la edad. Los negocios que nacieron a principio de la crisis lo han tenido
o lo están teniendo demasiado crudo. Es una pena que un negocio hecho a imagen
y semejanza de su dueño y con tanto trabajo en la espalda tenga que echar la
persiana. Con Binomio se va una cocina versátil y variada, una selección de
vinos equilibrada y valiente, un local resucitado tranquilo y acogedor, un
establecimiento encantador y dispuesto siempre a ofrecer novedades y otro largo
etcétera. Lo que no se va, que quedará dando guerra muchos años, es un hombre,
joven pero locuaz e inteligente, que se ha dejado el alma y el tiempo en un
sueño que el sábado despierta, pero que volverá a tomar forma tarde o temprano.
Aún nos quedan dos días para disfrutarlo.
Una pena que la claridad de ideas y las
ganas de trabajar no puedan tener continuidad en un país en el que casi sólo lo subvencionado
tiene futuro. Descanse en Paz otro más. Y van demasiados.
Amén.
Buenas noches
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